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Qué visitar en Japón en 21 días (I)

27 septiembre, 2017

Laborioso y tradicional de día, divertido y transgresor de noche. Japón es el destino soñado para miles viajeros en busca de sus desconcertantes contradicciones. Un país donde conviven milenarias tradiciones con un hedonista consumo y desmedido culto a la modernidad. Un fascinante espectáculo acompaña a cualquier paseo por sus calles, pero qué visitar en Japón en 21 días.

Un país sin embargo de complejo acercamiento ya que a la dificultad del idioma se suma el hermetismo de su cultura. Al viajero le conviene aterrizar con los deberes bien hechos. Si planeas un viaje y aún no tienes claro qué visitar en Japón, te proponemos una rápida guía, organizada en 21 días.

Día 1: Tokio y sus iconos

Visitar un ‘café de sirvientas’ o un restaurante cosplay es tan fascinante como acercarse al Palacio Imperial.

El viaje ha sido largo pero las ganas nos pueden, para nuestro primer día en Tokio os proponemos recoger algunas de sus imágenes más icónicas. Podemos empezar con la visita a la Torre de Tokio, esta construcción de 1958 en blanco y rojo mide 8,6 metros más que la Torre Eiffel.

Aprovechando la vecindad, nos acercamos hasta la calle Takeshita Dori, un buen aperitivo para acercarse a la cultura del shopping japonés. Esta calle peatonal es un enjambre de gente casi a cualquier hora del día, pero su principal atractivo son los curiosos comercios que alberga, aunque cada vez tienen más presencia las marcas globales, la sorpresa está garantizada. Ubicado en el barrio de Harajuku, os invitamos a sentaros en alguno de sus cafés o restaurantes para, simplemente, disfrutar del colorido.

Retomadas las fuerzas, aún hay tiempo en la mañana para acercarse hasta el templo Meiji. Situado en uno frondoso bosque, esta construcción de estilo tradicional japonés inaugurada en 1920, rinde culto a los emperadores deificados de Meiji y su mujer Shoken, a los que se debe el moderno Japón. Si el tiempo acompaña, el parque que lo rodea ofrece excelentes rincones para una rápida comida.

Ya por la tarde se puede cumplir con otro de los ritos obligados: visitar el templo de Asakusa, el más visitado y antiguo de Tokio. E impregnados de la tradición nipona, por qué no volver a la modernidad visitando un ‘café de sirvientas’ o restaurante cosplay. Para disfrutar de la experiencia es preciso entrar en el juego y dejarse mimar por sus dependientas disfrazadas (o vestidas) con gran imaginación, a las que nunca se debe tocar. En el barrio de Akihabara se ubican muchos de ellos. Y para redondear el día cenamos en el barrio de Shinjuku, una pena que no queden muchas fuerzas para disfrutar de su animada vida nocturna.

 

Día 2: Tokio, de pescado, emperadores y moda

Acercarse al Palacio Imperial es la mejor forma de palpar el poder y orgullo de una civilización milenaria.

A quien madruga Dios le ayuda, si practicas esta filosofía tienes dos buenas opciones para seguir explorando el Tokio más real, ir a ver la subasta de pescado del mercado de Tsukiji o a un entrenamiento de Sumo. Para visitar una heya (una escuela de sumo) deberás informarte previamente y pensar que deberás estar en su puerta no más tarde de las 8:00 de la mañana. Ambas experiencias son inolvidables.

El resto de la mañana se puede emplear en visitar el Palacio Imperial, actual residencia del emperador de Japón. La visita lleva unas dos horas. Si no se visitó el mercado de pescado por la mañana, se puede aprovechar ahora y comer en alguno de sus innumerables puestos. Ya por la tarde, un nuevo contraste, un baño de glamur perdiéndose por el barrio de Ginza y sus lujosos comercios y restaurantes. Un auténtico icono comercial mundial.

 

Día 3: Kawagoe – Nikko

El patrimonio de Nikko justifica una visita reposada.

Abandonado Tokio,  qué visitar en Japón. Comenzamos a explorar mas allá de su cosmopolita capital.  A menos de una hora se encuentra Kawagoe, ciudad que aún conserva la esencia del periodo Edo (más o menos del siglo XVIII al XIX en la cultura occidental). Los templos y las antiguas casas de mercaderes forman parte de su gran patrimonio, siempre presidido por el campanario Toki-no-kane. ¡Ah, y una última pista!, los amantes de los dulces tienen sorpresa asegurada.

Bien organizado es posible dedicar la tarde a visitar Nikko. Esta localidad Patrimonio de la Humanidad llena de santuarios, recintos sagrados y balnearios (onsen) bien merece una jornada completa, de hecho es una de las más turísticas del país: lástima de tiempo.

 

Día 4: Nikko – Karuizawa – Suwa

La estación de esquí de Karuizawa fue el escenario del noviazgo de los actuales emperadores nipones.

Si madrugas aún tendrás ocasión de disfrutar de la belleza de Nikko, pero hoy nos dirigimos hasta la encantadora población de Karuizawa para rodearnos de una naturaleza deslumbrante. Se trata de un enclave de montaña muy popular entre los esquiadores, hoy también famoso por ser testigo del inicio del romance entre el emperador Akihito y la emperatriz Michiko.

Es un destino habitual en verano para los tokiotas, por lo que en ocasiones conviene abstraerse para disfrutar de sus bellezas naturales. Entre ellas imprescindible acercarse hasta las cascadas de Shiraito, de donde caen sus aguas como hilos de seda dicen los lugareños, y pasear por la montaña de Kirigamine.

El día se debe completar con otra de las visitas imprescindibles: el gran santuario de Suwa. Cuenta con más de 1.200 años de antigüedad y es uno de los más emblemáticos.

 

Día 5: Suwa – Magome/Tsumago  Hirayu Onsen

La Ruta Nakasendo conserva las esencias del Japón rural.

Hoy continuamos disfrutando de esta atrayente mezcla entre naturaleza, arquitectura e historia adentrándonos en la Ruta Nakasendo. Este camino conectaba las ciudades de Tokio y Kioto por el valle de Kiso y ofrece bellas excursiones, siendo especialmente popular la que conecta las estaciones de descanso (hoy poblados) de Magome y Tsumago. Estas localidades, olvidadas durante decenios han conservado la esencia del Japón rural y hoy son imprescindibles centros turísticos que ofrecen un fascinante viaje al pasado.

 

Día 6: Hirayu Onsen – Takayama –Shirakawago – Kanazawa

En Kanazawa aún es posible ver a jóvenes con sus atuendos de gueisas.

Seguimos explorando el Japón rural en una jornada con grandes sorpresas. Empezamos por Takayama, aún ubicada en los conocidos como Alpes japoneses. Su principal atractivo es arquitectónico, ya que conserva varios edificios centenarios, incluido el único ayuntamiento de la época de los shogunes. Para admiración del turista a sus afueras se ubica una reconstrucción de una típica aldea Hida: una ‘turistada’ que no conviene perderse.

Continuamos hacia Shirakawago, encantadora aldea que perfectamente podría servir de escenario para un cuento de hadas. Quizá sea la más interesante de las  aldeas históricas que se pueden visitar en la zona, declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1995, uno de los imprescindibles en esta ruta sobre qué visitar en Japón.

Y como no hay dos sin tres, reservamos la tarde para la última de las paradas del día: Kanazawa. Ubicada en el mar de Japón, ofrece un paisaje bien distinto y tiene en el Higashi Chaya, un antiguo barrio de gueisas, uno de sus principales atractivos. Pero no el único, no os perdáis el barrio samurái de Nagamachi. Mañana habrá oportunidad de seguir descubriendo la ciudad.

 

Día 7: Kanazawa – Hikone

El jardín de Kenrokuen presume de ser uno de los más bellos de todo Japón.

Ocupamos las primeras horas del día en visitar el jardín Kenrokuen, del antiguo castillo de Kanazawa. Con sus puentes, lagos, cascadas y exuberancia floral, de él se dice que es el más bello de Japón. En su cercanía está el Museo D. T. Suzuki que ofrece una colección muy excitante de arte moderno envuelta en su espectacular edificio circular.

El día avanza y aún os proponemos visitar el castillo de Hikone, auténtica joya en su especie pese a su reducido tamaño. Data de 1575 y pese a su azarosa vida, siempre ha mantenido su riqueza ornamental.

Día 8: Otsu – Kioto (Uji) – Nara – Osaka

El Gran Buda del templo de Tadaiji es una de las imágenes icónicas de Japón.

Hoy la agenda es apretada, así que desayuna fuerte. Amanecemos en Otsu, rodeada por el lago más grande del Japón: el Biwa. Uno de los atractivos de la espectacular prefectura de Kioto.

Entre ellos destaca el templo budista de Byodo-in, ubicado en Uji, que hunde su historia hasta el medieval de 998. Entre las riquezas que alberga destacan el Salón del Fénix (que tras una restauración ha recuperado todo su esplendor), y una estatua de Buda de madera de ciprés recubierta de oro.  Pero su conjunto es una delicia. No dejes de apuntarlo en tu listado sobre qué visitar en Japón.

Nara es junto a Kioto una de las ciudades que mejor conserva la esencia de Japón. Su rico patrimonio invita a perderse por sus calles asegurando la sorpresa cada pocos pasos. No hay que perderse el barrio comercial de Nara-machi. Pero su principal atractivo es el parque de Nara, con su desbordante combinación de jardines y templos. Y aún más, en sus inmediaciones está el templo Tadaiji, famoso por la estatua del Gran Buda y la puerta Nandai-mon.

 

Día 9: Osaka

Al margen de los circuitos turísticos más trillados, Osaka ofrece una mezcla de modernidad, gastronomía, arte y grandes compras.

Ver como se despereza Osaka ya justifica el viaje a la tercera ciudad más grande de Japón y uno de sus centros económicos. Sin embargo no es una ciudad excesivamente popular para el turista, lo que a nuestros ojos la convierte en más interesante.

Dispone de atractivos como su castillo (muy reconstruido) y sus jardines, o el santuario Sumiyoshi Tisha con sus 700 lámparas de madera. Pero quizá su mayor reclamo son barrios como el de Tennoji, con una fauna que puede llegar a inquietar si bien no te inquietes: no corres peligro (y no hablamos de animales salvajes), y el centro urbano, rebosante de modernidad.

Además es uno de los lugares donde mejor se come de todo el país. No en vano en esta ciudad tiene su origen la expresión ‘kuidaore’ (comer hasta arruinarse). Entre sus delicatesen es posible probar el pez globo. Por último, si se puede acabar la jornada visitando un onsen, la ciudad dispone de una interesante oferta de baños termales.

 

Día 10: Osaka – excursión a Koyasan

El mausoleo de Kukai y los templos Kongobuji y Konbon Daito se localizan en Koyasan, el centro más importante del budismo Shingu.

En este recorrido sobre qué visitar en Japón, vamos de camino al Monte Koya, uno de los platos fuertes de la visita a Japón. Ubicado al sur de Osaka, entre sus siete picos se esconden hasta un centenar de templos y monumentos budistas, siendo el centro espiritual de la secta Shingu.

La oferta es desbordante en Koyasan, pero hay que medir bien los esfuerzos. Apunta en tu agenda los templos de Kongobuji y Konbon Daito y el mausoleo de Kukai.

Agradecemos a Juan Salvador, guía de Rutas 10, sus acertados comentarios y su inquieto ojo fotográfico. Sin ambas ayudas no podríamos haber realizado este post. También la presentación que ha preparado y te recomendamos por la belleza de las imágenes: LA RUTA POR JAPÓN EN IMÁGENES (I)

En la segunda parte de este viaje, encontrarás información sobre qué visitar en Japón sobre Hiroshima, Kioto, Kobe y Tokio.

Fotos y presentación: Rutas 10 (Juan Salvador Martínez)

 

 

 

 

 

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