David Livingstone (Blantyre, Escocia; 19 de marzo de 1813 - Chitambo, Rodesia del Norte; 1 de mayo de 1873) fue un médico, explorador y misionero británico, una de las mayores figuras de la historia de la exploración. Mediante observaciones astronómicas, estableció situaciones correctas en la cartografía africana y realizó informes de botánica, geología y zoología. También se distinguió por su lucha contra la esclavitud. Por todo ello, en la Gran Bretaña victoriana fue considerado como un héroe nacional.

Livingstone nació el 19 de marzo de 1813 en Blantyre, Escocia en una residencia dónde se alojaban los empleados de una fabrica textil. Fue el segundo de los siete hijos de Neil Livingstone (1788–1856) y su esposa Agnes (1782–1865). David tuvo una difícil infancia dickensiana trabajando en esa misma fábrica a los diez años doce horas al día. Esto no impidió que lograra matricularse en Charing Cross Hospital Medical School de 1838-40. Su padre Neil además enseñaba en una escuela dominical y animaba la idea de hacerlo entrar en el sacerdocio después de Charing Cross.

Él buscó entrar en la escuela de medicina de la Universidad de Glasgow, pero cómo esta escuela requería cierto nivel de Latín, asistió a clases de latín de Daniel Gallagher, quien después fundó la tercera iglesia católica más antigua de Glasgow: St. Simon´s, el cual en la actualidad tiene una pintura de Livingstone y Gallagher. Después entró en la Sociedad Misionera Londinense como misionero en entrenamiento mientras continuaba sus estudios de medicina y atendía una iglesia en Ongar, Essex.

Misionero
Convertido ya en téologo y médico, Livingstone originalmente iba a ser enviado a China, envío que fue frustrado en último momento por la Guerra de Opio que se desató en aquel país. Este cambio de planes lo llevó a aceptar una misión en Ciudad del Cabo a cargo del misionero escocés Robert Moffat. Llegó a esta ciudad en 1840 y llegó a una buena relación con Moffat lo cual posibilitó que Livingstone se casara con su hija Mary.

Descubrimiento de las cataratas Victoria
Moffat preparó una expedición para las regiones centrales de África poniendo a Livingstone a cargo. Se adentró con William Cotton Oswell en el desierto de Kalahari, descubrió el lago Ngami (1849) y llegó al río Zambeze (1851). Entre 1852 y 1856 inició un viaje desde el océano Atlántico hasta el Índico, descubriendo el 16 de noviembre de 1855 las cascadas del Zambeze, a las que los Makololo llamaban humo que truena y Livingstone dio el nombre de cataratas Victoria en honor de la reina del Reino Unido. Livingstone se propuso abrir rutas en África para facilitar la labor misionera y la actividad comercial, considerando para ello la importancia de la navegabilidad del río Zambeze. Viajó a Inglaterra en busca de ayuda para su proyecto y para editar un libro acerca de sus expediciones, al tiempo que dimitía de la sociedad misionera a la que había pertenecido hasta entonces.

Expedición al río Zambeze
Entre 1858 y 1863 exploró profundamente la zona comprendida entre el lago Nyassa y el Zambeze, pero descubrió que desde los rápidos de Kabrabasa (Presa de Cahora Bassa) el río se hacía absolutamente innavegable, debido a una serie de cataratas y rápidos en cuya exploración ya había fracasado en su anterior viaje. Llegó hasta esta zona en la época en que Tippu Tip estableció su hegemonía. Según registros de la expedición, los mientras pensaba que él era incapaz de mantener liderazgo ante una empresa de tal envergadura. Aunque llegaron al lago Malawi resultó un fracaso y a principios de 1862 regresaron a la costa para construir un barco de vapor especialmente para este río, Mientras estaba en construcción murieron su hermano Charles y su esposa Mary, quien falleció el 29 de abril de 1862 de disentería. Terminado el barco sólo llegaron hasta el Río Ruvuma dónde la mayoría de los exploradores desertaron o murieron. De regreso a Inglaterra, en 1864, la expedición al Zambeze fue duramente criticada por los periódicos, lo que provocó que Livingstone tuviera grandes dificultades para conseguir más fondos para continuar con la exploración de África.

Nacimiento del Nilo
En 1865 fue designado por la Royal Geographical Society para buscar el nacimiento del Nilo, si bien entonces ya había en África varias expediciones dedicadas a este fin en los alrededores de los Lagos Victoria y Alberto, exploradores como Richard Francis Burton, John Hanning Speke, y Samuel Baker dejaron en claro que estos dos lagos se conectaban, pero el misterio si había ríos más al sur conectados a Victoria seguía siendo objeto de debate.

Esta nueva expedición se inció en marzo de 1866 en la isla de Zanzíbar (actualmente perteneciente a Tanzania), para adentrarse a continuación en el continente africano, donde descubrió los lagos de Bangweulu y Moero y el río Lualaba, que fue erróneamente identificado por Livingstone como el Nilo, cuando realmente es la cabecera del río Congo. Posteriormente se encaminó hacia las riberas del lago Tanganica.

Encuentro con Stanley
A partir de entonces y durante varios años no se supo nada acerca de él, por lo que el periódico New York Herald organizó una expedición de socorro que fue confiada a Henry Stanley, quien en 1871 consiguió encontrar a Livingstone en las orillas del citado lago, en la ciudad de Ujiji. En ese encuentro Stanley pronunció su famosa frase: «Doctor Livingstone, supongo».

Le hizo la siguiente alusión: «Stanley, yo he leído la Biblia cuatro veces mientras estaba esperando en Manyuena. Todo lo que soy lo debo a Cristo Jesús, revelado para mí en su Libro divino. ¡Oh, Stanley, Stanley, aquí está el manantial de la fuerza y del poder que transforman!».

Ambos decidieron explorar conjuntamente el norte del lago Tanganica, pero Livingstone no quiso volver a Inglaterra con Stanley, y en marzo de 1872 se separaron en Tabora y tomaron caminos diferentes.

Enfermedad y muerte
Livingstone prosiguió sus exploraciones hasta que murió el 1 de mayo de 1873, en un pequeño poblado del lago Bangweulu, en Zambia, a causa de la malaria y de una hemorragia interna producida por disentería. Su cadáver fue conservado en sal y tardó varios meses ser traslado hasta llegar a Bagamoyo, en la costa del Índico. Luego fue transportado a Inglaterra y enterrado en la Abadía de Westminster, pero los africanos enterraron su corazón bajo un árbol porque decían que su corazón estaba en África.

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