En la India hay magia, misterio, energía, tradiciones milenarias, una encrucijada de culturas, un mundo de colores, olores y contrastes, donde presente, pasado y futuro se dan la mano. Un destino adictivo donde quien va, siempre regresa.
Desde que uno se baja del avión, India regala al viajero un banquete para sus sentidos. Todo en India es intenso, los aromas, los paisajes, sus sabores, la sonrisa de sus gentes, sus tonalidades….India no te deja indiferente pues, en sus dimensiones continentales, compone uno de las naciones más jóvenes del planeta y, sin embargo, es cuna de la civilización más antigua. Un rico caleidoscopio donde las paradojas y los contrastes se suceden: modernidad y tradición, vida y muerte, lentitud y dinamismo, sabiduría y banalidad, paciencia y prisa, codicia y ascetismo. Un país en movimiento y, en muchos aspectos, paralizado en el tiempo.
India es un estado mental atravesado por una vena mágica que la purifica, ilumina y resucita. India nunca deja impasibles a sus huéspedes. Nadie regresa de un viaje a India del mismo modo como fue. Quien no ha estado en India, nunca ha visitado otros planetas. Y quien ha estado, sueña con ella hasta poder regresar de nuevo.
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El reino del Nepal es un pequeño país enclavado en las faldas de las montañas más altas del mundo, de fisonomía alargada y poca anchura. Es un país donde abundan los lagos y cascadas, las llanuras y los valles fértiles, las nieves eternas de sus montañas y la jungla con fauna y flora de variadas especies. La vertiginosa altitud de los Himalayas y el recogimiento espiritual de sus gentes han condicionado para que este país sea todavía desconocido para muchos, aunque de gran atractivo para montañeros y gentes de todo el mundo en busca de paz, nuestro viaje por este país persigue estas dos metas.
Hoteles Utilizados en la India