Este país, a veces desconocido, a veces mitificado, a veces olvidado, guarda en su seno grandes y misteriosos tesoros. El tesoro de poseer casi todos los paisajes y climas africanos, la montaña, la sabana, los bosques tropicales, las maravillosas lagunas y playas costeras. Guarda el tesoro de la cultura, acogiendo a decenas de etnias casi intactas en sus ritos y costumbres.
Guarda el tesoro de su religión ancestral, que respetan y siguen practicando en fiestas y ritos. Guarda el tesoro de la historia y la modernidad, en sus ciudades y aldeas, así como el tesoro de su música. Pero sobre todo guarda el tesoro más preciado en África, que es la hospitalidad, la alegría y la tolerancia. Son esos tesoros los que compartirán y que harán disfrutar de un viaje inolvidable.