Con altibajos desde hace años como destino turístico, Egipto siempre ha sido una apuesta segura para una escapada en la que descubrir, o revisitar, los inmensos e inigualables recintos faraónicos actualmente en pie y reconocidos mundialmente.
Muchos viajeros se ciñen únicamente a recorrer una parte minúscula del país, originando grandes concentraciones de turismo en zonas como el Valle del Nilo. Pero al oeste de la vía más occidental del país, en un inmenso yermo con una extensión semejante a media España, se hallan varios oasis despoblados e ignorados por el turismo, a pesar de su belleza y misterios.
Para unir las dos caras del país os invitamos a conocer en la primera parte del viaje un Egipto diferente y continuar por supuesto, con El Cairo y el valle del Nilo en Aswan y Luxor.
Comenzaremos nuestro periplo dirigiéndonos hacia “el oasis del norte”: Bahariya. La región es conocida desde la época de los faraones por su apreciada producción de vino, llegando a tener fructíferas relaciones comerciales con la ciudad griega de Cirene en la actual Libia.
Nos adentraremos en las maravillas de la geología con los fantásticos paisajes del Desierto Blanco, donde enormes depósitos lacustres de carbonato blanco brillante, han sido esculpidos por la erosión.
Contrastando con el color blanco proseguiremos hacia el Desierto Negro, una zona de pequeñas montañas volcánicas negras de paisaje sobrenatural y un tanto lunar.
De regreso a El Cairo, donde Pirámides, museos, atardeceres a orillas del Nilo, aromas a especias y perfumes nos deleitarán… la capital de Egipto sorprenderá a todos tus sentidos.
En vuelo interno nos dirigiremos al sur del país. Aswan. Es la ciudad que entusiasma a los soñadores, viendo las puestas de sol al atardecer, dejando pasar el tiempo y disfrutando de las silenciosas imágenes que dejan las falucas surcando el Nilo.
Camino al norte rumbo a Luxor no faltarán el templo de Sobek y Haroeris: Kon Ombo en una orilla del Nilo y el templo de Edfu dedicado al dios halcón.
Bautizada por Homero como la ciudad de las cien puertas, Luxor está construida sobre la antigua Tebas. Está dividida en tres zonas formando el conjunto un verdadero museo al aire libre sin equivalencia alguna en ningún otro lugar del mundo.
De vuelta en vuelo a El Cairo disfrutaremos de un día libre para callejear por esta incomparable ciudad.
DIA | ITINERARIO | HOTEL | COMIDAS |
---|---|---|---|
1 | España - El Cairo. | Hotel | *** |
2 | El Cairo - Oasis de Bahariya. | Ecolodge | D-A-C |
3 | Oasis de Bahariya - Desierto negro - Desierto Blanco - Al Farafra. | Hotel | D-A-C |
4 | Al Farafra - Montaña de Cristal - El Cairo. | Hotel | D |
5 | El Cairo. Visita de la ciudad. Vuelo Aswan. | Hotel | D |
6 | Aswan. Visita de la ciudad. | Hotel | D |
7 | Excursión Abu Simbel por tierra. | Hotel | D |
8 | Aswan - Kon Ombo - Edfu - Luxor. | Hotel | D |
9 | Luxor. Visita de la ciudad. | Hotel | D |
10 | Luxor. Día libre. | Hotel | D |
11 | Luxor. Vuelo El Cairo. | Hotel | D |
12 y 13 | El Cairo. Día libre. | Hotel | D |
14 | El Cairo - España. | *** | D |
D: desayuno - A: almuerzo - C: cena | |||
El itinerario podría ser modificado en caso de variación frecuencia/horario vuelos internos | |||
Salidas de Madrid y Barcelona, consultad disponibilidad y suplementos para otras ciudades |
Por VIAJERO en habitación doble
Mínimo 4 viajeros ¤
Suplemento 2/3 viajeros ¤
Suplemento habitación individual ¤
Suplemento mejora Cairo y Luxor ¤
Tasas estimadas ¤
Mínimo 2 viajeros / máximo 16
• Vuelo internacional en línea regular clase turista.
• Vuelos internos El Cairo/Aswan y Luxor/Cairo.
• Traslados y transporte en privado acorde al número de viajeros con aire acondicionado.
• Hoteles turista 3*Sup / 3* / 4* con desayuno. Ecolodge y hotel en Al Farafra en pensión completa.
• Excursiones y visitas detalladas con entradas incluidas.
• Guía local en castellano durante las visitas programadas.
• Seguro de asistencia de viaje.
SERVICIOS NO INCLUIDOS
• Tasas aéreas.
• Visados.
• Bebidas o alimentación no especificada.
• Propinas a guía, maleteros y chóferes (arox. 60 ¤).
• Servicio de maleteros, cualquier servicio no indicado en el apartado de incluidos.
Día 1. España - El Cairo.
Presentación en el aeropuerto para salir en vuelo con destino El Cairo. Asistencia a la llegada y traslado al hotel.
El Cairo. Pirámides, museos, atardeceres a orillas del Nilo, aromas a especias y perfumes… la capital de Egipto sorprenderá a todos tus sentidos. Conocida como la ciudad de los mil minaretes, más allá de sus monumentos y mezquitas El Cairo es una ciudad bulliciosa y viva, con callejones llenos de historia y cafés donde se fuma la shisha. La vida frenética de casi 20 millones de personas se abre paso en la dilatada historia de El Cairo.
Día 2. El Cairo - Oasis de Bahariya.
Salida después del desayuno hacia el oasis de Bahariya. Llegada al oasis y acomodación en el hotel/ecolodge. Más tarde visitas en la zona. El día finalizará con un paseo por el Oasis y la maravillosa puesta de sol desde la Montaña Negra.
Oasis de Bahariya. Está situado en una depresión natural de 2000 km en el Desierto Occidental, a unos 200 km al oeste del Valle del Nilo y a 340 km por carretera desde El Cairo. Se compone de varias pequeñas poblaciones cercanas entre sí, que vive de las explotaciones agrícolas que ofrece el terreno. Durante la época greco romana la zona gozó de gran prosperidad, llegando a alcanzar una población de 500.000 habitantes. Fue uno de los lugares más verdes de Egipto y sus cultivos proporcionaron abundante trigo y vino para el Valle del Nilo, contando con una importante fortaleza defensiva. Dada la ubicación del oasis en las Rutas Caravaneras su surgimiento y desarrollo se presupone de épocas anteriores, los estudios arqueológicos lo datan en el Imperio Antiguo y Medio.
Actualmente Bahariya en sí, quizás no sea tan impresionante a la vista como otros oasis, la zona tiene un carácter humilde que vive de la agricultura, el turismo y la minería, en particular de la extracción de hierro. Pero siempre servirá como punto de partida para muchos viajes de safari al desierto, no sólo porque es el más cercano a El Cairo de los cuatro oasis del desierto, sino también porque proporciona acceso inmediato a los impresionantes paisajes del Desierto Blanco.
El Museo de las Momias de Oro alberga algunas de las famosas momias de oro encontradas en una espectacular necrópolis descubierta en el corazón del Oasis de Bahariya. El Valle de las Momias de Oro se hizo muy conocido en el año 1999 por el hallazgo de una enorme necrópolis de momias de la época grecorromana, muchas de ellas recubiertas con cartonajes dorados, detalle que acabó dando nombre al cementerio. Aunque la inmensa mayoría de lo descubierto no está expuesto al público, algunas momias y sus sarcófagos han sido seleccionados para formar parte del principal museo en Bawiti. Algunas de sus tumbas están abiertas al público y varias de las momias de oro descubiertas en el valle se exhiben en el Museo de El Cairo.
El Templo de Alejandro Magno. Los restos del templo construido en el siglo IV a.C por el famoso emperador. El recinto tiene un claro estilo griego compuesto de dos cámaras principales y rodeado el conjunto por una muralla. Está decorado con escenas que representan a Alejandro Magno durante su ofrenda a Amón.
Día 3. Oasis de Bahariya - Desierto Negro - Desierto Blanco - Al Farafra.
Salida después del desayuno y en el camino hacia Al Farafra, donde haremos noche, cruzaremos por el desierto Negro y el desierto blanco. Haremos una parada para el almuerzo y cena y noche en Al Farafra.
El Desierto Negro adopta su nombre por el color predominante en sus formaciones rocosas. Es uno de los atractivos naturales más característicos del país, compuesto por montañas rocosas esparcidas a lo largo de una gran extensión de terreno. Se fue formando a lo largo de miles de años por la actividad volcánica de la zona y ahora está cubierto de piedras volcánicas de lava endurecida, que la erosión del viento ha ido convirtiendo en numerosas colinas, donde se mezcla la tonalidad oscura y el dorado de la arena del desierto.
Desierto Blanco. El Desierto Blanco es un parque nacional de Egipto situado a 45 km al norte del oasis de Farafra. Su nombre proviene del color blanco de las formaciones de roca de tiza surgidas con formas elegantes por la erosión. Las espectaculares formaciones calizas surgen con formas de setas o champiñones gigantes, conos de helado o animales diversos, una llanura lunar que hacer millones de años ocupó el lecho del océano.
Al Farafra. Situada en el desierto occidental de Egipto, Al Farafra es una ciudad oasis que ofrece acceso al extraordinario Desierto Blanco, a varios manantiales de oasis y a la interacción con los beduinos locales. La población conecta todo el Desierto Occidental y sea cual sea el destino, siempre estará más cerca, incluso más cerca de Libia que del valle del Nilo. Se considera el oasis más aislado de la gobernación de Al Wadi Al Gadid, en el sur de Egipto. Quizá por ello, sus habitantes siguen siendo famosos hasta hoy por practicar sus antiguas tradiciones y costumbres. Está habitada principalmente por beduinos que viven en casas de adobe a las que suelen pintar de azul para ahuyenta el "mal de ojo".
Día 4. Al Farafra - Montaña de Cristal - El Cairo.
Desayuno y regresaremos a la capital del país no sin antes hacer una parada en la montaña de Cristal. Llegada a El Cairo, traslado al hotel y libre.
La Montaña de Cristal es un nombre un tanto equivocado, ya no se trata de montaña si no de una gran cresta rocosa, tan impresionante como sugiere su nombre. En la propia roca hay un arco de cristal de calcita de forma natural que es tan alto como un hombre adulto. Los geólogos consideran que se trata de una cueva exhumada, una cueva completa con estalagmitas y estalactitas que ha sido empujada hacia arriba por el movimiento de la tierra y, con el tiempo, ha perdido su techo por la erosión y casi ha desaparecido el cristal de calcita
Día 5. El Cairo. Visita de la ciudad. Vuelo Aswan por la noche.
Después del desayuno saldremos para hacer las visitas en la capital, por la tarde/noche tomaremos un vuelo interno que nos llevará hasta el sur en Aswan. Noche en Aswan.
Sakara. Junto con la necrópolis de Tebas Oeste es la ciudad funeraria más extensa de Egipto. Se extiende a lo largo de 7 km de norte a sur junto al límite del desierto occidental, siendo la pirámide escalonada de Zóser el símbolo del complejo. Alrededor del recinto se levantan otras pirámides y las mastabas de los funcionarios y cortesanos, así como las fosas funerarias subterráneas de los toros Apis, los sepulcros de la época persa y las construcciones funerarias del Imperio Nuevo situadas junto a la pirámide de Unas.
Pirámides de Giza. Los problemas de construcción que tuvo el faraón Snofru en Dhasur probablemente indujeron a su hijo Keops a buscar un nuevo emplazamiento para su propia pirámide. El monarca se decidió por una meseta de 40 m de altitud situada al borde del desierto de Libia. Desde la IV dinastía las pirámides de Giza, destinadas a Keops, Kefrén y Micerino, son uno de los logros arquitectónicos más excepcionales de la historia de la humanidad y un símbolo de la cultura faraónica. De las Siete Maravillas de la Antigüedad, sólo las pirámides han sobrevivido al paso del tiempo. Junto con la Esfinge, que parece velarlas al pie de la meseta, continúan cautivando la imaginación del que las contempla, debido en gran medida a su forma a la vez sencilla y perfecta.
Nota: se incluye la entrada al recinto, no al interior de ninguna de las pirámides.
Día 6. Aswan. Visita de la ciudad.
Desayuno y visitas en Aswan. Tiempo libre a la finalización.
Nota: por la noche hay que solicitar en el hotel la preparación del desayuno en una cajita o bolsa tipo picnic para llevar a Abu Simbel al día siguiente.
Aswan. Es la ciudad que entusiasma a los soñadores, viendo las puestas de sol al atardecer, dejando pasar el tiempo y disfrutando de las silenciosas imágenes que surcan el Nilo en el sur del país. Los alrededores de la gran urbe moderna de Aswan, la Syene griega, albergan una ingente cantidad de monumentos arqueológicos que atestiguan la importancia de lugar a lo largo de la historia. A comienzos del Imperio Antiguo se estableció allí, no muy lejos de los rápidos de la primera catarata, la frontera meridional del país y surgió así el primer momo del Alto Egipto, Tasetj. La isla Elefantina (egipcio, Abu, fortaleza de elefantes), sede de la administración hasta la época ptolemaica, albergaba el núcleo urbano y diversos santuarios. Por su favorable situación estratégica, Aswan se convirtió en punto de partida de expediciones militares al territorio nubio. Una parte importante del comercio con el sur se efectuaba también a través de Elefantina. Además de los bienes de importación, Aswan tenía productos naturales muy apreciados, como el granito rojo y las piedras duras que se extraían de las extensas canteras de la zona. Frente a Elefantina, en las montañas de Quebett el-Hawwa (orilla occidental) se encuentran las grandes tumbas rupestres de los monarcas y los funcionarios de los Imperios Antiguo y Medio.
Templo de Philae. El especial conjunto formado por los edificios sagrados de Philae le ha valido el sobrenombre de la “perla de Egipto”, refiriéndose al marco que la rodea. Esta pequeña isla ubicada al sur de Aswan alojaba una auténtica ciudad de los templos erigida en honor de la diosa Isis. En la década de los 70, durante el traslado de los santuarios a la vecina isla de Agilkia, se extrajeron de los cimientos cientos de bloques reutilizados indicativos de que la historia arquitectónica de Philae podría remontarse hasta las dinastías XXV/XXVI. La gran diosa madre Isis era tan popular que su culto pervivió en Philae durante más tiempo que el de cualquier otra divinidad del antiguo Egipto. El santuario no se clausuró definitivamente hasta el siglo VI por orden de Justiniano I y se reconvirtió en parte en una iglesia consagrada a San Esteban. Los monumentos más importantes que componen el recinto son el templo de Isis, la Puerta de Adriano, El Templo de Hathor y el gran quiosco de Trajano.
Museo Nubio. Consta de tres plantas donde se exhiben innumerables piezas arqueológicas de las diferentes épocas de la historia de Nubia que demuestran la larga tradición de los asentamientos nubios en la zona. Todos los períodos, desde la prehistoria hasta la época cristiana e islámica, están representados con piezas de gran valor histórico.
El obelisco inacabado. Uno de los ejemplos más populares de obeliscos que no llegaron a finalizarse por diferentes causas. Datado del 1.400 a.C fue abandonado en la cantera y ha quedado unido solamente por un lado al suelo. Una vez alzado hubiera superado los 40 metros de altura y su peso rondaría las 1.200 toneladas.
Día 7. Excursión a Abu Simbel por tierra.
Salida en el primer convoy que parte por tierra hasta Abu Simbel 04,00h. El convoy reúne a todos los coches de turistas que van a hacer este trayecto diariamente. La salida es a las 04,30 habiendo de estar antes para que la policía tome los datos de todos los vehículos que hacen el recorrido. En el primer y último vehículo subirá un policía, haciendo todos juntos el camino hasta el final, sin estar permitidas ninguna parada intermedia. Ningún vehículo puede sobrepasar al primero. La duración aproximada de este trayecto es de 2 horas y media.
Se visitarán los dos templos y una vez finalizado se hará un corto paseo en barquito por el lago Nasser, desde done podrá ver otra perspectiva de los templos.
Nota: la noche anterior hay que solicitar en el hotel la preparación del desayuno en una cajita o bolsa tipo picnic para llevar.
Gran Templo de Ramses II (Gran Templo del Sol). El recorrido por tierra permite disfrutar de la travesía que surca el desierto en vivos colores, llegando a uno de los monumentos más emblemáticos del país. Fue mandado construir por Ramses II a fin de dejar la huella de su enorme poder en tierras Nubias. A partir del año 1968 los templos de Ramses II y de Nefertari se desmontaron y trasladaron a un lugar a 200 metros de distancia y 64 metros más alto con relación al nivel del río, salvándolos del agua tras la construcción del embalse de Aswan. El lugar primitivo situado al pie de este mismo promontorio, quedaría anegado tras la construcción de la presa alta.
La entrada del Gran Templo está presidida por las cuatro estatuas sedentes de Ramses II, con una altura de 20 metros y situadas en la ladera de la montaña. Desde allí, la mirada impasible del faraón dominaba la entrada de los viajeros que entraban a Egipto desde África. Ramses II mandó erigir este templo para que estuviera orientado estratégicamente y que los rayos del sol iluminaran el santuario, situado en el interior de la montaña, el día de su nacimiento y en el aniversario de su coronación.
Templo de Nefertari. Fue mandado construir por Ramses II en honor de su mujer Nerfertari y la diosa Hathor. En la fachada están esculpidas seis estatuas del soberano y su consorte de más de 10 metros de altura, que flanquean la entrada. En el interior, de acuerdo con la condición de santuario de Hathor, la sala contiene seis pilares con el rostro de la diosa. Las paredes están decoradas con diferentes imágenes de Ramses II presentando las ofrendas a los dioses.
Día 8. Aswan - Kon Ombo - Edfu - Luxor. Visita templo de Luxor al atardecer.
Kon Ombo. El templo de Sobek y Haroeris domina el Nilo desde una pequeña colina. Es el único ejemplo egipcio de edificación monumental construida como una acrópolis. La parte septentrional está dedicada al dios halcón Haroeris, Horus el grande, y la parte meridional está consagrada al dios cocodrilo Sobek. Al sur del templo, una capilla de Hathor alberga momias de cocodrilos procedentes de la necrópolis cercana.
Templo de Edfu. Es el primer ejemplo auténtico de templo egipcio. Una sucesión de espacios cada vez más pequeños y oscuros que conducen finalmente al sagrario, de forma que solo al sacerdote y al faraón les estaba permitido llegar ante la presencia del dios. Desde la Prehistoria hasta el Imperio Nuevo, está considerado la morada del dios halcón y en él se sucedieron diversas construcciones de culto.
El aspecto grandioso se debe a Tolomeo III, que emprendió la reconstrucción del original para finalizarlo en el año 57 a. C. Elementos como el pilón, el pórtico de columnas, la primera sala hipóstila o la cámara del Nilo y el buen estado de conservación en el que se encuentran, hacen agradable la visita.
Templo de Luxor. (Tebas este). Lo que originariamente fue un templo de culto al dios egipcio más importante Amón-Ra, fue transformándose con el paso del tiempo para albergar el culto a otras deidades. Durante la época ptolemaica, se veneró a Serapis, un dios sincrético que aunaba la tradición egipcia con la griega. En la época romana se instaló una capilla en honor a Augusto, emperador que fue divinizado y posteriormente, cuando la legión romana convirtió el templo en una fortaleza albergó el culto a otras divinidades romanas.
En su fachada principal se encuentran dos estatuas sedentes de Ramsés II flanqueadas por un obelisco y el pedestal del que debería ser su gemelo, el que falta es el que actualmente vemos en la Plaza de la Concordia de París, donado por el gobernador egipcio Mehmet Ali en 1830 a petición del egiptólogo francés Jean François Champollion.
Día 9. Luxor. Visita de la ciudad.
Desayuno y visitas en la ciudad. Por la mañana haremos las visitas de la orilla de los muertos (oeste) por la tarde visitaremos el templo de Karnak.
Luxor. Construida sobre la antigua ciudad de Tebas, Homero la bautizó como la ciudad de las cien puertas, por las entradas monumentales que accedían a los numerosos templos que tenía la ciudad. Está dividida en tres zonas: la ciudad propiamente dicha, el pueblo de Karnak, y las necrópolis y monumentos funerarios de Tebas, en la orilla oeste del Nilo. El conjunto forma un verdadero museo al aire libre que no tiene equivalente en ningún otro lugar del mundo.
Valle de los Reyes (Tebas oeste). Sólo el actual Valle de los Reyes permite descubrir el particular mundo de las tumbas pertenecientes a los soberanos de las XVIII y XIX dinastías. Al fondo de este valle, en la cima de la montaña Tebana, se alza una auténtica pirámide natural que contiene un número, desconocido hasta ahora realmente, de tumbas reales. Éstas se abren por turnos alternando cada año, con el fin de preservarlas del deterioro causado por la afluencia de público y realizar los trabajos de restauración.
Colosos de Memnon (Tebas oeste). La carretera pasa a escasos metros de los célebres colosos de Memnon, nombre en griego de Amenofis III. Estas dos grandes estatuas de cuarcita rosa representan el símbolo de la unión entre el Alto y el Bajo Egipto.
Deir el Bahri (Tebas oeste). En este lugar se erigió el colosal templo de Hachepsut, la única mujer que reinó como faraona y que, por tanto, fue enterrada en el Valle de los Reyes. El conjunto es obra del arquitecto Senenmut y se puede catalogar como uno de los más bellos y magníficos debido a su emplazamiento y originalidad. Su armonía reside en su construcción a base de diferentes terrazas, rampas y columnatas.
Medinet Habu (Tebas oeste). El complejo de Medinet Habu fue el lugar escogido por Ramses III para edificar su templo jubilar y funerario, que más tarde fue utilizado como centro de administración de los sacerdotes de Amon. Es un edificio que por tamaño y complejidad sólo es superado por el templo de Karnak, habiéndose ganado merecidamente su visita. Anteriormente a que Ramses decidiera esta construcción, el lugar ya era sagrado para los fellahin, para los que continúa teniendo un significado mágico.
Karnak (Tebas este). El complejo monumental de Karnak unido antiguamente a Luxor por una vía flanqueada por esfinges, es amplísimo y de gran riqueza en templos. El sitio arqueológico cubre más de 250 hectáreas al norte del centro de Luxor y fue destinado a convertirse en morada de los dioses. Comprende tres recintos de templos separados. El más grande de ellos es el dedicado al dios Amon, una estructura lo bastante grande como para albergar diez de las mayores catedrales del mundo. La gran sala hipóstila es sólo una de las grandes joyas que contiene este incomparable recinto.
Día 10. Luxor. Día libre.
Desayuno y día libre por tu cuenta en la ciudad donde todavía restan muchas cosas que conocer.
Día 11. Luxor. Vuelo El Cairo.
Desayuno. A la hora acordada traslado al aeropuerto para volar a El Cairo. Asistencia a la llegada y traslado al hotel. Resto del día libre.
Días 12 y 13. El Cairo. Día libre.
Desayuno y días libres en la ciudad. Después de haberle tomado el pulso al país, es hora de disfrutar de una de las capitales más variopintas, pobladas y caóticas del mundo, pero no por ello menos encantadora.
Aunque hay muchas cosas que ver en la ciudad y que puedes hacer tranquilamente por tu cuenta, destacamos algunas de ellas:
MENFIS/DAHSUR
Menfis. Queda ya muy poco del esplendor que tuvo la antigua capital de Egipto. En medio de un palmeral a 20 Km al sur de Cairo, se pude visitar algunas de las estatuas reales colosales, la gran esfinge de alabastro, los talleres de embalsamamiento de de los toros de Apis y los restos del gran templo de Ptah.
Dahsur. A unos pocos kilómetros de Sakara se extiende el vasto recinto de las pirámides de Dahsur. En el límite de las tierras fértiles se encuentran las construcciones de ladrillo de tres soberanos de la XII dinastía: la de Sesostris II, el complejo de Amenemhet II y la pirámide negra de Amenemhet III; así como las dos impresionantes pirámides de piedra: la acodada y la roja, mandadas construir con anterioridad por el faraón Snofru.
CAIRO ISLÁMICO
Jan el Khalili. El gran bazar artesano y turístico de la ciudad. Las inmediaciones de la mezquita de Hussein son las más visitadas por el turismo. Pero si se quiere salir de este bullicio dando un paseo, todavía se pueden encontrar calles de artesanía local menos transitadas. Varios de los cafés más famosos se encuentran en este lugar, como el Fishhawi.
Mezquita de Al Azhar. Fundada en 970, es una de las universidades árabes más antiguas del planeta. Recibe estudiantes de todo el mundo musulmán, siendo su educación aún tan completa como en la época clásica del islam. La mezquita es la suma de varios siglos y estilos, armoniosa, pero en cual-quier caso desconcertante.
La ciudadela. Un bastión con siglos de antigüedad coronado por los tres minaretes de la mezquita de Mohamed Ali, que se alzan en el cielo como agujas. La construcción de este complejo fortificado la comenzó Saladino, el caballeroso enemigo de los cruzados.
Mezquita del sultan Hassan. Una vez en el interior, lo que más atrae al visitante son los cuatro ivanes a los que se accede después de cruzar un oscuro vestíbulo. Cada uno de ellos está dedicado a enseñar un rito del islam sunnita.
La mezquita de Rifai. Fue construida para la madre del jedive Ismail, entre 1869 y 1912. Este monumental santuario encierra a diferentes celebridades, como el jeque Ali Al Rifai, fundador de la orden de los derviches, los reyes egipcios Fuad y Faruq, y al último Sha de Persia. La mezquita no carece de elegancia, aunque no tiene nada que ver con la sobriedad de algunas de las mezquitas más antiguas de la ciudad.
La mezquita de Ibn Tulun. Es uno de los pocos edificios del período clásico islámico (siglos IX-X), durante el cual los abasíes dominaban el mundo desde Irak. Es por ello, quizás, por lo que esta mezquita guarda ciertas similitudes con la de Samarra en Irak. Sólo cuando uno se encuentra en el interior se es consciente de la superficie que ocupa: sólo el patio cubre 92 metros cuadrados. Además de las dimensiones la mezquita sorprende por su sencillez y su minarete, único con una escalinata exterior en el país, inspirado casi con toda seguridad en el gran minarete de Samarra y, a su vez, de los grandes zigurats babilónicos.
BARRIO COPTO. Recuerda el interludio milenario entre la civilización faraónica y la islámica, y la perdurable fe de los egipcios coptos.
Museo copto. Es uno de los puntos de principal interés en Cairo viejo. La magnífica colección de objetos coptos queda realzada por los hermosos techos artesonados, vigas y vidrieras del interior, rodeados de bellos jardines.
Monasterio de San Jorge. Actual sede del patriarca ortodoxo de Alejandría. No siempre se admiten visitas en el monasterio.
Iglesia de San Jorge. Única iglesia circular en el país con su oscuro interior y olor a incienso, con los rayos del sol entrando a través de sus vidrieras.
La iglesia de San Sergio. Situada bajo el nivel de la calle, es posible que su antigüedad date del siglo V, siendo reconstruida en varias ocasiones, pero conservando la forma de las primeras basílicas coptas. Conserva una sala en la que se dice la Sagrada Familia se alojó.
La sinagoga Ben Ezra. Único vestigio de la antigua comunidad judía que habitó El Cairo.
Día 14. El Cairo - España.
Desayuno y traslado al aeropuerto para vuelo de regreso a España.
El itinerario podría ser modificado en caso de variación frecuencia/horario vuelos internos
TASAS
Las tasas aéreas y locales no están incluidas en el precio de venta del viaje y es importante no confundir unas con otras.
• Las tasas aéreas hacen referencia al precio del combustible, costes de seguridad, impuestos gubernamentales… Van incluidas en el billete y no se conoce el importe definitivo hasta que se emiten los billetes. Por esta razón, y antes de realizar el segundo pago del viaje, os comunicaremos el importe final de dichas tasas. Tasas: 275 ¤ (Importe sujeto a cambios hasta la hora de emisión del billete).
• Las tasas locales (si las hubiere) se pagan directamente al tomar algún vuelo durante el viaje (vuelos internos por lo general) o en el aeropuerto de salida. Su importe lo fijan las autoridades aeroportuarias locales. Egipto no tiene tasas de salida al abandonar el país.
Información sujeta a modificaciones
DOCUMENTACIÓN y SANIDAD
Documentación.
Pasaporte con validez 6 meses a la fecha de entrada y hojas libres. Es obligatorio que el pasaporte esté en buen estado y sin rotura alguna.
Para tramitar la reserva necesitamos copia escaneada del PASAPORTE en color
Visados. Es necesario visado para entrar en el país. Se puede tramitar a la entrada (25$) o bien con antelación on line Egypt e-Visa Portal.
Sanidad.
No es obligatoria ninguna vacuna para entrar en estos países. Enlace al Ministerio de Sanidad.
Información válida para ciudadanos con pasaporte ESPAÑOL, otras nacionalidades consultar.
Información sujeta a modificaciones